Bodega de licores francesa

La bodega de licores es un pequeño mueble de extremo refinamiento. A finales del siglo XVIII, permitió acompañar los largos viajes tanto en Europa como a otros continentes. En el siglo XIX alcanzó su auge. Se pensó como un pequeño mueble ingenioso cuyas paredes se abren para crear una elegante exhibición. Colocado sobre una chimenea, una cómoda o una mesa de juego, el mueble para licores es una especie de caja, con formas que se volverán muy inventivas con el paso de los años. Cuando se abre, se descubre un servicio compuesto por cristalería a menudo lujosa. Algunas bodegas tienen sistema de cierre con llave.

Símbolo de lujo, la bodega de licores es cada vez más elaborada a lo largo de los años, y en el siglo XIX se convirtió en un verdadero objeto decorativo esencial, que penetró en los mayores salones burgueses.

La aparición de las bodegas de licores está, por supuesto, directamente relacionada con la evolución del consumo de alcohol en Francia y, en general, en Europa. Hasta la Restauración, las bodegas de licor eran de forma sobria, a veces subrayadas por ribetes dorados o adornadas con pequeños dibujos en marquetería de madera.

Está en buen estado de conservación general, con rayones y peladuras. En el decorado de la tapa se presenta un desgaste con pérdidas